SANTIAGO. El presidente de la Unión Deportiva de Santiago (UDESA), profesor Héctor de Padua, llamó al movimiento deportivo dominicano a empoderarse del artículo 65 de nuestra Constitución y exigir más atención del Estado, al tiempo de quejarse por la situación que vive esa institución creada por los constructores de la Gran Arena del Cibao.
Al mismo tiempo, repitió que: “Una declaración de las Naciones Unidas especifica que por cada dólar que se invierte en el deporte dejamos de gastar cuatro en salud y yo agrego que también dejamos de gastar en la prevención de la delincuencia, en actos judiciales y en el mantenimiento de nuestras cárceles”.
Hablando en su discurso durante la entrega del premio anual Hanns Hieronimus, recientemente en Santiago, el profesor De Padua, entre otras cosas, dijo: “Quiero aprovechar la oportunidad para expresar mi pesar por las dificultades que ha venido pasando el movimiento deportivo, no solo en Santiago, también a nivel nacional”.
“Esta situación coloca a nuestros dirigentes deportivos como pordioseros, recogiendo limosna para la realización de sus actividades previamente planificadas, por lo que deben empoderarse del artículo 65 de nuestra Constitución y así buscar un cambio”.
En la sección tercera de nuestra Constitución se puede leer sobre los derechos fundamentales de los ciudadanos, culturales y deportivos, su artículo 65 especifica:
“Toda persona tiene derecho a la educación física, el deporte y la recreación, corresponde al Estado, en colaboración con los centros de enseñanzas y las organizaciones deportivas, apoyar la práctica y difusión de estas actividades”.
“Por tanto, el Estado asume el deporte y la recreación como política pública de educación y salud, y, garantiza la educación física y el deporte escolar en todos los niveles del sistema educativo conforme a la ley”, apuntó.
En el segundo acápite del artículo 65 se lee: “La ley dispondrá los recursos, estímulos e incentivos para la promoción del deporte para todos y todas, la atención integral de los deportistas, el apoyo al deporte de alta competición, a los programas y actividades deportivas en el país y el exterior”.
Sobre la declaración de las Naciones Unidas, especificó que: “¿Qué tan difícil resulta ser esta ecuación matemática que nuestros gobernantes no la puedan aplicar? Para un simple ciudadano no resulta tan difícil concatenar el ordinal uno del artículo 65 de nuestra Constitución y la declaración de las Naciones Unidas”.
Consideró que en los últimos años ha habido cierta dejadez y descuido en lo que se refiere al incentivo a las prácticas deportivas, poniendo como ejemplo que desde el 2006 no se realizan los Juegos Deportivos Nacionales.
Al final se quejó: “¿Cómo es posible que instituciones apegadas a los cánones legales, a la ética y la moral, se les trate como simples vividores? ¿Cómo es posible que el movimiento deportivo haya sido abandonado a su suerte? Muchas de las organizaciones deportivas que hacían vida en el Palacio de los Deportes, hoy Arena del Cibao, funcionen en las casas de sus dirigentes”.
Agregó que la Unión Deportiva de Santiago (UDESA), desalojada del palacio de los deportes por los constructores de la hoy Arena del Cibao y llevada al local de la Asociación de Cronistas Deportivos de Santiago constituye una gran injusticia para ambas instituciones ya que esas personas prometieron que en tres meses se solucionarían la situación y ya van siete años, “exigimos se solucione el asunto y se nos devuelva a nuestro lugar natural”.
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